Eran las 7:00 de la noche y Carlos Leerdam, 42, esperaba su turno para jugar en una de ocho mesas de dominó, después de un largo día de trabajo. Dijo que El Deportivo es su “segundo hogar”.
Botando el golpe en el Club Deportivo


Huellas de ejemplo y pasión

Eran las 7:00 de la noche y Carlos Leerdam, 42, esperaba su turno para jugar en una de ocho mesas de dominó, después de un largo día de trabajo. Dijo que El Deportivo es su “segundo hogar”.